miércoles, 31 de mayo de 2017

ALIEN, LA SUBLIMACIÓN DE LA ESTÉTICA DE LA VIOLACIÓN ESPACIAL


Desde tiempos ancestrales los libros sagrados han suscitado miedo y respeto entre los pueblos. Existe el temor de que sus letras encierren fórmulas mágicas, que la correcta pronunciación de sus palabras invoque a seres nefandos de eones inmemoriales. Esos arcanos están en contacto con las fuerzas primigenias del universo, y cualquiera que se encuentre con ellas puede quedar maldito por siempre. Para los egipcios era crucial conocer las frases precisas de El libro de los muertos para que sus almas no fueran devoradas en el inframundo. La Torá, El libro tibetano de los muertos, Los libros de magia negra que prodigaron los brujos en la Edad Media son sólo algunos de los textos que han atormentado a miles de hombres a lo largo de la historia.

El Necronomicon, grimorio de quienes habitan la región de los muertos, ideado por la mente siniestra de Howard Phillips Lovecraft, habla de seres de otras dimensiones, de poderes inconmensurables y terroríficos. Leerlo produce locura y muerte. 55 años más tarde, en medio de delirios y pesadillas por el suicidio de su pareja, Hans Ruedi Giger da forma, entre trances y vastas noches sin fin, a esos seres que Lovecraft acaso atisbó, también en oscuros desvelos. Así, la palabra encontró correspondencia en los trazos que Giger bautizó, igual que su antecesor, como Necronomicon, donde moran entes que participan de geometrías que harían palidecer a Lobachevsky; seres anteriores al hombre, a la razón, de universos inalcanzables por la imaginación humana.















Uno de aquellos seres inescrutables hechizó con su desquiciante estructura a un guionista que buscaba precisamente darle vida a un ser demoniaco: Dan O´Bannon, quien llevó aquellos dibujos con Ridley Scott, el director que hizo un guion cinematográfico basado en el Necronom IV de Giger. Con ello completó el círculo iniciado por Lovecraft e impuso al mundo al ser más desquiciante que ha conocido el cine: Alien.



 El Xenomorfo de Alien es aterrador porque su morfología parece completamente ajena a la humana y a la vez nos es extraña y perversamente familiar. En todas sus evoluciones nos muestra un lado siniestro de la sexualidad. En su estado larvario es un huevo cuya abertura, vista desde arriba, forma una cruz cristiana que se abre como las fauces de una flor carnívora, una doble vagina que invita a mirar en su interior, llama a ser violada con la mirada, únicamente para que un monstruo salte al rostro de quien se acerca y se revela como el auténtico violador, que estrangula con uno de sus tentáculos, mientras que con los demás se agarra a la cara de su presa como una doble mano e introduce su aguijón en la boca, como un pene que irrumpe en su víctima y le implanta su simiente hasta el pecho. Al igual que algunas especies que tienen un período de estro muy corto, como la viuda negra o los pulpos, tras ese acto sexual, el abrazacaras muere. El embrión, producto de aquel coito forzado, incuba secretamente en los órganos internos de su anfitrión, que vive sus últimas horas de vida sin sospechar lo que dentro de él se gesta. Sólo cobra conciencia de su inminente muerte cuando ya es demasiado tarde y los latidos de un corazón ajeno laten en su pecho, anunciando los espasmos de la muerte. El traspasamiento del pecho desde adentro revela que durante todo ese tiempo hubo una violación visceral, de la cual brota un ser siniestro de cuerpo itifálico dentado. El hospedador muere y deja expuestas sus vísceras corrompidas por aquel parásito sangriento.El desarrollo ulterior del chestburster da lugar al alien en su estado más acabado, un ser que ha mezclado sus genes (como si de gametos se trataran) con los de su víctima, lo que le da una ventaja evolutiva evidente: al poseer una parte de la herencia genética que le provee la especie que lo alberga, el animal sincrético resultante está mejor adaptado para sobrevivir, conoce a la otra especie a la cual se enfrenta, y posee algunas de sus características fundamentales para subsistir. El alien resultante de la mezcla entre un homo sapiens y esta enigmática especie es siniestra porque su forma recuerda vagamente la del ser humano, nos es ligeramente familiar, pero es también diametralmente opuesta, con rasgos de insecto, reptil, de máquina. Su cuerpo es una mezcla biomecánica entre engranes de estilo futurista, partes humanas y otras de insecto o escorpión. Todo en el alien es invasivo, todos sus órganos aluden a la violación. Su cabeza tiene la forma de un glande expuesto. Su lengua es como un segundo falo con el cual penetra y traspasa a sus víctimas. De hecho, la ausencia de genitales debajo de la zona ventral pone a pensar que en realidad su cabeza representa su genitalidad, una genitalidad estéril que lo único que puede engendrar es la muerte. La ausencia de ojos lo hace aterrador porque nunca se sabe hacia dónde está mirando, cuál es su próximo objetivo. Su rostro es incapaz de mostrar otra emoción que no sea la del cazador a punto de abalanzarse sobre su presa. Su cabeza transpira líquidos, como un lubricante que se prepara para penetrar a sus víctimas. Cada uno de sus afilados dedos, sus tentáculos traseros, sus dientes y su aguijón de escorpión aluden a formas itifálicas capaces de desgarrar a sus víctimas luego de haberlas penetrado, violado. Su sangre, por último, está hecho de un ácido que corroe y traspasa cualquier tipo de superficie.


Alien es la película más siniestra de la historia del cine de terror espacial porque atenta contra lo más íntimo del ser humano: su corporalidad. Todo el filme puede verse como una violación en múltiples planos.
La primera secuencia de la película nos muestra, a escondidas y mientras los tripulantes están en animación suspendida, el interior de la nave. Después de recorrer varios de los espacios en donde se llevará a cabo la acción, el director nos invita a realizar un ejercicio de voyeurismo puro: mirar a los personajes “dormidos”, en ropa interior, en un estado de indefensión y mostrando su fragilidad humana ante nosotros. Hacia el final de la película ocurre una escena similar: Ripley, después de haber luchado contra el alien, huye en la pequeña nave y, cuando ya se cree a salvo, se desnuda, tanto física como psicológicamente, y se prepara para meterse de nuevo en la cápsula de animación suspendida, pero ve, escondido entre la maquinaria de la nave, al alien, que está esperando pacientemente a que Ripley se duerma para “violarla”.


Al principio de la película, la nave comercial Nostromo lleva a la Tierra un cargamento de mena, un mineral que han obtenido tras excavar, profanar, penetrar y ultrajar al planeta Thedus.


El inicio de la película alude a símbolos femeninos. La computadora de la nave recibe una señal de radio que se repite cada doce segundos, y como los cantos de las sirenas, atrae a sus tripulantes al planeta donde se encuentran los aliens. Al entrar en la atmósfera de aquel planeta, su nave se descompone debido a una tormenta que los recibe, pasaje que recuerda el de la tormenta que desvía de su curso a Ulises en la Odisea. Una vez que logran aterrizar, un grupo de astronautas se dirigen a la fuente del llamado, una nave que tiene la forma de un cuerno, o de un doble pene o consolador de dos extremos. 



La entrada a la nave tiene la forma de un útero, y sus muros semejan el tejido muscular de las paredes internas de una vagina. Kane se “sumerge” hasta las profundidades de una de sus cavidades y penetra en un útero que alberga cientos de huevos. Kane se acerca a uno de ellos, que tiene la forma de una vulva doble que lo invita a violar su interioridad, pero de su interior sale disparado el facehuger, que se abraza a su casco y lo penetra a la fuerza gracias al ácido que es su sangre, y así se revela como el auténtico violador. Al implantar su semilla en la boca de Kane, hace que el cuerpo de un hombre experimente durante unas horas el embarazo, y al final conozca el sufrimiento de una muerte debida al parto doloroso del chestburster. La violación de la figura masculina resulta incómoda para los espectadores, pero a la vez revela el carácter trasgresor del alien, su “superioridad” como especie, pues es capaz de doblegar con suma facilidad incluso a aquellos a quienes en nuestra cultura recae el estigma del violador por antonomasia: el hombre.









Del acto homoerótico entre el facehugger y Kane nace el alien, hijo que para nacer mata al padre y se esconde para completar su evolución y luego dedicarse a cazar a los demás tripulantes de la nave, a quienes asesina mediante violaciones, físicas y simbólicas. Tanto a Brett como a Lambert los penetra con su aguijón por el orificio rectal en una clara alusión a la violación física, mientras que a Parker le atraviesa el cuerpo con su boca. Al irrumpir en la nave Nostromo, ésta es violada simbólicamente por el alien, tanto por su entrada abrupta, como por su sangre hecha de ácido, con la cual penetra varias secciones de la misma.
Al explorar las distintas vertientes de la violación espacial, Ridley Scott no se queda sólo con la idea de la sexualidad del alien, sino que va más allá e indaga acerca de los deseos sexuales presentes en los robots. ¿Sueñan los androides con vaginas eléctricas? ¿Tienen deseos sexuales? El cuarto de Ash, repleto de revistas y fotos pornográficas, parecen indicar que sí. Cuando Ripley descubre la conspiración corporativa que Ash les oculta, éste intenta violarla al meterle en la boca una revista doblada en forma de tubo.

Alien es una película de sensualidad perversa. Todo en ella rebosa de referentes sexuales que se tuercen para trastocar la intimidad humana. La película nos ofrece un mundo detrás de un espejo que todo lo pervierte y lo transforma en un deseo demoniaco procedente de mundos lejanos, alquímicos, mágicos e impuros, dotados de una pulsión sexual de muerte. El xenomorfo, inspirado en los libros de Lovecraft y dibujado por la mente demencial de Giger, tomó forma y adquirió vida gracias al demiurgo Scott que le insufló, como a un desquiciante gólem, existencia plena de sensaciones y perversiones. Alien es el punto de encuentro entre este mundo y ese otro universo distante, pletórico de deseos de coitos inenarrables, en los que la pesadilla se amalgama con lo humano mediante un acto violento, de miedo, muerte y destrucción de los límites de lo íntimo del ser.

Otros ensayos muy interesantes referentes a este mismo tema son los siguientes:

https://mandangadelabuena.es/2015/02/02/alien-las-tres-dimensiones-de-la-violacion/

http://alienexplorations.blogspot.mx/1979/10/unravelling-of-ash.html

http://reel3.com/reassessing-alien-sexuality-and-the-anxieties-of-men/


jueves, 11 de mayo de 2017

LA FILLE INCONNUE
(2016)
Directores: Jean-Pierre y Luc Dardene
País: Bélgica
Duración: 113 minutos



La chica desconocida es una historia sobresaliente por ser, precisamente, lacónica. En medio de un centenar de películas detectivescas hollywoodenses de ritmo trepidante, este filme es discreto, natural, realista. Ninguna nota musical se asoma en las bocinas de la sala de cine. No hay efectos deslumbrantes, ni virtuosismo digital que maquille las imágenes del invierno francés. La historia avanza sin ripios ni divinas coincidencias para mostrar lo que realmente es relevante: una crítica social fuerte con personajes de buena profundidad psicológica.
Al principio, la doctora Jenny Davin (Adèle Haenel), se encuentra en su consultorio atendiendo fríamente a un paciente, actitud propia de su profesión médica, a la vez que alecciona a su asistente Julien (Olivier Bonnaud) acerca del caso que los atañe en ese momento. Acto seguido atiende a un niño que convulsiona en la sala de espera y le grita a Julien que la ayude, pero éste se queda paralizado y no atina a hacer nada. Pasada la crisis, la doctora Davin le recrimina a Julien por no hacer a un lado sus emociones para realizar su labor de médico. Suena el timbre, Julien quiere abrir, pero la doctora Davin se lo impide, pues su horario de trabajo ha concluido hace una hora, y si fuera grave la persona volvería a tocar el timbre. Al día siguiente el inspector Ben Mahmoud (casi un acrónimo del actor que interpreta ese papel, Ben Hamidou), la interroga al respecto del asesinato de una mujer negra que fue hallada muerta esa mañana en el muelle, y que, tal como revelan las cámaras de vigilancia, minutos antes de morir tocó el timbre del consultorio de la doctora Davin. Al saber que el no haberle abierto la puerta a aquella mujer desembocó en su muerte, Jenny se siente culpable, y en un intento por redimirse y liberarse de dicha culpa emprende una investigación policiaca amateur para conocer el nombre de aquella mujer desconocida, quien de otro modo será enterrada anónimamente, y no existirá posibilidad de que sus familiares sepan que ahí yacen sus restos.
La chica desconocida alude a la mujer anónima que muere al principio de la película, pero también, y sobre todo, a una generalidad de mujeres asesinadas y de las cuales se desconoce su identidad, aquellas que son sólo un número más en las estadísticas, un dígito frío y duro que se pierde entre otros millares de numerales sin nombre ni historia. Es un feminicidio que se encuentra en riesgo de perderse entre millones de casos similares sin esclarecer. Jenny intenta rescatar del abismo del anonimato ese nombre que salve a aquella chica de caer en el olvido y en la in-significancia, pues los investigadores parecen seguir ese caso de oficio, pero sin demasiado interés. Muchos prejuicios sociales caen sobre esa inánime víctima: es negra, africana, inmigrante ilegal y prostituta. La pregunta inmediata es ¿le habrían dado mayor importancia si la asesinada hubiera sido blanca, de ojos azules, francesa? En un contexto social en el cual la política de inmigración a nivel mundial se ha recrudecido en los últimos años, este caso señala el desinterés y la apatía por ayudar a los extranjeros, a los inmigrantes. Jenny quiere cambiar eso. Tras no haber atendido aquella llamada de auxilio, el timbre se convierte en un ave de mal agüero, en el presagio de una potencial desgracia. Su sonido se convierte en un recordatorio de su equivocación, de su petulancia profesional, de su culpabilidad. En algún momento, su maestro, sabedor de la culpa que siente su alumna, le pide que recuerde que ella no la mató, pero para Jenny eso no importa, basta con sentirse culpable para serlo, y su búsqueda del nombre se convierte en su búsqueda de redención personal. Si al principio la doctora Davin recrimina la falta de objetividad a su asistente Julien, en cuanto se entera de la muerte de la mujer desconocida ella misma pierde su aplomo anterior y realiza funciones que están fuera de su jurisdicción, lo cual demuestra que no existe acción humana alguna exenta de subjetividad, pues tanto la medicina como la investigación forense, por muy imparciales y objetivas que pretendan ser, siempre son levadas a cabo por sujetos, y con éste, vienen todos sus prejuicios, su carga emotiva y su historia psicológica personal.
El defecto más notorio de la película se debe precisamente a su búsqueda de realismo, que hace que la trama fluya lenta y por momentos decaiga. Su virtud está en el guión, en la actuación de varios de sus actores (sobre todo de la joven Adèle Haenel), su tono y su crítica social. La fille inconue nos cuenta una historia de un feminicidio, de discriminación, del sentimiento de culpa y de la necesidad de la expiación. Al final, resulta aleccionadora. A pesar de todos los prejuicios humanos, de las trabas del sistema judicial, de los obstáculos, la labor de una sola persona sí puede hacer un cambio significativo y cambiar el curso de los acontecimientos por un rumbo más favorable y justo para la humanidad.


martes, 9 de mayo de 2017

PREGUNTAS PARA SAMARA DE "EL ARO"

La leyenda cuenta que si por alguna casualidad del destino llegas a ver el video de Samara (“The ring experiencie”), inmediatamente al concluir esa serie de imágenes aparentemente inconexas (dignas de algún estudiante de cine surrealista) sonará tu teléfono y una voz femenina, susurrante y perversa te dirá: “Seven days”. A partir de ese momento tienes siete días para copiar el video y hacer que alguien más lo vea, o en caso contrario, Samara misma se saldrá de la tele (o del teléfono, ya ven que las tecnologías evolucionan) y te matará de una manera tan atroz que te dejará con el rostro desfigurado como en cuadro de Munch coloreado por Goya.
A partir de esta dinámica, me surgen algunas dudas que quisiera que me ayudaran a responder los entendidos del género:

1.- Mis primeras dudas son precisamente acerca de la naturaleza del video: ¿Cómo filmó Samara dicha película? ¿Tenía una cámara, un equipo de rodaje, actores y toda la cosa? Si es así, ¿Cómo financió esa producción?

2.- ¿Tenía estudios previos de cinematografía? Y si es así, ¿dónde y cuándo estudió? ¿En qué se inspiró para cada una de las imágenes que ahí aparecen? ¿En las películas de Luis Buñuel? ¿Realizó un ejercicio de inspiración onírica al estilo de Salvador Dalí? ¿Y luego cómo le hizo con la distribución de su video? Ése siempre es un tema difícil, sobre todo para las producciones independientes como la de ella.

3.- ¿Cómo le hace Samara para saber que alguien ha visto su video? ¿Tiene un excelente medidor de rating que incluye GPS e identidad de sus espectadores? En ese caso, ¿dónde tiene todo ese equipo de alta tecnología? ¿Estará todo el tiempo al pendiente de quién lo ve?

4.- ¿Cómo le hace para conseguir con tal prontitud el teléfono de aquellos que ven su video? Podemos imaginarnos a Samara sentada enfrente de su súper computadora, cuando le llega la notificación: “Becca está viendo tu video” y entonces se pone a buscar en chinga en el directorio el teléfono de la Becca. De aquí se desprenden varias dudas:
-¿Y si Becca no tiene celular? Quizás podría solucionarlo llamando al teléfono de su casa (si es que Becca está en su casa, porque si no tendría que buscar el teléfono de la amiga o el novio o de quien quiera que sea la casa o el lugar donde se está proyectando dicho video). Pero ¿y si no hay teléfono alguno qué? ¿Simplemente no llama y dice “maldita sea. Ésta se me irá viva porque no tengo cómo avisarle que la voy a matar en siete días y si no le digo no cuenta”?
- ¿Qué pasa si sí llama al teléfono de Becca (o de la casa de Becca, o etcétera etcétera) y contesta otra persona que no ha visto el video? ¿Le dice: “Oye, ¿me podría comunicar por favor con Becca?” - ¿Y si le niegan a Becca y le dicen: “Está equivocado o aquí no se encuentra o está ocupada o llame más tarde”? ¿Y si le cuelgan el teléfono y no la dejan decir su celebérrima frase? ¿Le hace como los de cobranzas del banco y vuelve a llamar hasta que se la comuniquen o en algún momento se fastidia y ya la deja en paz?
- ¿Qué pasa si le preguntan: “Seven days for what?”? ¿Contesta: “For you to die, bitch. Do I have to explain everything, chingá?”
- ¿Qué pasa si dos personas ven al mismo tiempo el video? ¿Cómo le hace para llamarlos a ambos? ¿Lo hace simultáneamente o tiene ayudantes de algún call center para que la auxilien en caso de que deba llamar a varias personas al mismo tiempo? ¿Llama a uno solo y le dice: “Seven days… y dile al de al lado que también Seven days”?

5.- Una vez que se cumple el fatídico plazo, Samara debe armar todo un show para asesinar al que se atrevió a ver su video y no descifró que lo único que quería era que la ayudaran a obtener sacrosanta sepultura, vengarse de su papá y regresar al mundo. Para ello, no importa dónde se esconda la persona, siempre lo encuentra, como si les pusiera un rastreador en el cuerpo. Primero debe inundar el lugar (es como su alfombra de presentación), y luego salirse de alguna pantalla de televisión o teléfono. Sin embargo, surgen varias dificultades:
- ¿Qué pasa si dos personas vieron simultáneamente el video y al momento de cumplirse los siete días están alejados, uno en cada hemisferio del globo terrestre? ¿Mata primero a uno y luego llegar retrasada con el otro?
- ¿Cómo le hace para llevar consigo miles de galones de agua incluso en aviones?
- ¿Por qué a ninguna víctima se le ha ocurrido no tener ninguna pantalla cerca  cuando se cumple el plazo fatal? ¿Es que nadie puede despegarse de su celular ni un ratito?
- ¿Qué pasa si uno de ellos se echa a correr? ¿Lo persigue así descalza y mojada como está?
- ¿Y si el otro es cinta negra en algún arte marcial y la empieza a atacar con patadas o unos chacos o qué sé yo? ¿Qué, también se pone en guardia y se arman los guamazos o cómo?
Por último, entiendo que Samara esté molesta por lo que le hicieron en vida. Digo, qué ojete eso de echarla a un pozo y dejarla morir ahí. Pero si lo que ella quería era venganza, ¿por qué no hizo un video un poco más claro, un documental digamos, inteligible para un grupo de espectadores más amplio? Porque con el nivel de abstraccionismo que se requiere para descifrar sus pistas sólo David Linch y alguno que otro clavado le podría ayudar así de buenas a primeras.


Más inquietante aún es que ya que le ayudaron a cumplir su venganza, ya quemaron sus restos, ya todo debería estar en paz, pero no, de todos modos se porta mala onda con quien la ayudó y la posee para volver al mundo a seguir haciendo felonías. ¿Cómo por qué? ¿Acaso su maldad no tiene llenadera o qué? ¿Lo único que podemos llevarnos como lección de esta saga de El aro es que los seres humanos somos tan ruines que no nos alcanza esta vida para ser malvados, sino que tenemos que ocupar nuestros días en el más allá para seguir ejerciendo nuestra capacidad para chingar a los demás incluso después de muertos, hasta la eternidad?



ALIEN, LA SUBLIMACIÓN DE LA ESTÉTICA DE LA VIOLACIÓN ESPACIAL Desde tiempos ancestrales los libros sagrados han suscitado miedo y res...